miércoles, 5 de noviembre de 2008

miércoles, 29 de octubre de 2008

Accidentes nucleares


Three Mile Island es una central nuclear de Estados Unidos en la que en 1979 tuvo lugar el peor accidente sufrido por un reactor nuclear en ese país. El núcleo del reactor sufrió una fusión parcial y gracias al buen funcionamiento del edificio protector solo hubo un mínimo escape de la peligrosa radiactividad, que no causó daños de ningún tipo. Se demostró que las medidas de seguridad de las centrales bien construidas funcionan correctamente
Sin embargo la situación fue peligrosa y el recelo de la opinión pública frente a las centrales nucleares aumentó mucho como consecuencia de ese accidente. Como contrapartida positiva, a raíz de este accidente se incrementaron las medidas de seguridad en las centrales y sus alrededores, incluyendo los planes de evacuación de las áreas que rodean a la central.
Chernobyl
En la central nuclear de Chernobyl, en la antigua Unión Soviética, tuvo lugar, el 26 de abril de 1986, lo que ha sido el peor accidente que nunca ha ocurrido en una planta nuclear. Ese día unas explosiones en uno de los reactores nucleares arrojaron grandes cantidades de material radiactivo a la atmósfera. Esta radiación no solo afectó a las cercanías sino que se extendió por grandes extensiones del Hemisferio Norte, afectando especialmente a los países de la antigua URSS y a los del Noreste de Europa.
Intensidad de la radiación en Europa como consecuencia del accidente de Chernobyl" type="#_x0000_t75">
Como consecuencia de este accidente muchas personas sufrieron gravísimas exposiciones a la radiactividad y muchos murieron y morirán. Mas de 300 000 personas tuvieron que ser evacuadas de los alrededores de la central.
Para intentar paliar los efectos del accidente la central ha sido encapsulada en 300 000 toneladas de hormigón y varios edificios y grandes cantidades de suelo han tenido que ser descontaminados.
Aunque se han hecho grandes labores de limpieza toda esa zona tiene que enfrentarse con grandes problemas a medio y largo plazo. Entre el 15 y el 20% de las tierras agrícolas y de los bosques de Bielorrusia están tan contaminados que no se podrán usar durante los próximos cien años. Los casos de leucemia han aumentado notablemente y la salud de unos 350 000 ucranianos está siendo examinada continuamente para detectar lo antes posible las muy probables secuelas de la exposición a grandes dosis de radiactividad.
Dos hechos tuvieron especial influencia en este desastre. Por una parte el diseño de la planta, en el que el reactor no está alojado en un edificio protector y es muy inestable a baja potencia. De hecho estos reactores no se usan en los países occidentales por su falta de seguridad. Otro segundo punto fue la falta de capacitación científica y técnica de los responsables de la central, que actuaron con una irresponsabilidad increíble. Esta catástrofe, lo mismo que otros muchos desastres ambientales en la antigua URSS y en su área de influencia, están directamente relacionados con los graves defectos sociales, económicos y humanos del sistema comunista que ocultaba sistemáticamente la verdad sobre su tecnología y los riesgos y daños de todo tipo, creando una imagen de la realidad falsa y totalmente manipulada.

El mercado energético en nuestro país
Nuestro país se caracteriza por ser un importador neto de energía. Las fuentes primarias de origen nacional se limitan a la hidroelectricidad, cuyo volumen se mantiene constante desde las incorporaciones de Salto Grande y Palmar a principios de los ‘80, - con la salvaguarda de las variaciones hidrológicas -, donde si bien queda un cierto potencial explotable, los precios actuales de otras alternativas energéticas hacen inviable por el momento pensar en nuevos emprendimientos hidroeléctricos. La otra es la biomasa, particularmente la leña, que se encuentra en franco decrecimiento en términos absolutos en su participación en la matriz energética, en función de las complicaciones tecnológicas de su uso, y la competencia que ejerce la industrialización de la madera.
En estos términos, la necesidad de asegurar los volúmenes crecientes de energía demandados, requiere de un contexto que facilite esas transacciones, lo que significa:
Alcanzar los máximos niveles de apertura que sea posible en los sectores que no constituyen monopolios naturales, como lo son la generación de electricidad y las actividades referentes a los derivados de petróleo, la integración en los mercados energéticos de la región, básicamente a partir de la utilización y expansión de los vínculos existentes y proyectados de transporte de electricidad y gas natural, la diversificación de la matriz energética, consolidando la incorporación del gas natural, la diversificación de los mercados desde donde se importa, que asegure en términos competitivos la mayor flexibilidad y seguridad en el suministro.
¿ES POSIBLE LA ENERGÍA NUCLEAR EN URUGUAY?
Opinión del Senador Sergio Abreu
"Planteamos la derogación de la prohibición".
Proponemos la derogación de la norma que prohíbe el uso de energía de origen nuclear, para estudiar las posibilidades de incorporar a la matriz energética la generación de energía nuclear.
Es el debate entre todos, porque hay que saber qué porcentaje tiene la energía eólica en Uruguay, ¿es posible que esa energía solucione los problemas estructurales que tenemos? No. ¿Es posible que lo haga la energía solar? No, son porcentajes muy pequeños. ¿Es posible que la energía nuclear ayude a diversificar la matriz? Sí. Es más, frente a la situación del gas, a partir de la cual Uruguay quedó realmente muy mal parado y todavía está en condiciones difíciles, estamos evaluando la posibilidad de importar gas licuado para procesar, como ha hecho Chile después de que Argentina le incumplió con todos los contratos.
Todo eso, que es un cambio de realidad muy fuerte en dos o tres años, implica la necesidad de analizar la matriz energética y la incorporación de la energía nuclear. La energía nuclear, que tiene sus costos, que tiene ventajas y desventajas que hay que analizar, asegura la autonomía del país.
Podemos comprar combustibles o asociarnos con Brasil, que tiene uranio en Bahía, o utilizar, como lo hace Argentina, agua pesada que tiene en determinados lugares del territorio. Si hacemos un emprendimiento nuclear, solos o asociados, vamos a tener una planta que pueda generar 400, 500 o 1.000 megavatios que nos va a asegurar independencia.Es un tema al que no nos podemos sustraer, sobre todo para un Poder Ejecutivo y un gobierno que están pensando permanentemente en el tema integración, en particular en el ámbito energético. La discusión se puede dar, es más, la energía nuclear puede ser para el país una de las soluciones más prácticas y modernas por nuestra situación difícil, por nuestra gran vulnerabilidad, en primer lugar, y en segundo lugar por la insuficiencia estructural de generación de energía. No generamos energía en territorio nacional, entonces estamos dependiendo de las fuentes energéticas que existen en la región y somos vulnerables.
El tema gas determinó una crisis terrible en Uruguay, y además acentuó nuestra dependencia energética, acompañado por una sequía.El senador Fernández Huidobro lo planteó hace pocos días en la revista Caras y Caretas en términos hasta jocosos, dijo: "En este momento y desde hace unos cuantos años somos hidrodependientes graves, argentinodependientes semisuicidas e hidrocarburodependientes dilapidantes".
En el gas tiene que buscar otro tipo de salida, no podemos seguir atados exclusivamente al cuadrilátero argentino. Tenemos que buscar una interconexión con Brasil, lo vamos a hacer con Candiota, que tiene serios cuestionamientos por la lluvia ácida, porque produce energía a partir del carbón. Acá tenemos la otra norma, ¿vamos a interconectar a Uruguay con Candiota para violar la ley que dice que no podemos contaminar el país? Tenemos que ver si lo hacemos por Garabí, propusimos el análisis Garabí y Palmar, dejando de lado el cuadrilátero eléctrico. Pero todo esto es una política de carácter nacional que tenemos que ir ajustando.En segundo lugar, la diversificación de las fuentes de abastecimiento. Lo que dice el senador es claro, nuestra dependencia de Argentina en materia energética es realmente difícil y grave. Es más, para contradicción de los que están en contra de esto, importamos casi 30% de la energía que consumimos de Argentina, de generadores privados argentinos, e importamos además energía nuclear que se genera en la planta de Atucha I.
60% de nuestra matriz es petróleo, a 65,60 dólares. Nuestra matriz energética tiene una potencia instalada de 2.097 megavatios, Salto Grande más la generación hidroeléctrica generan cerca de 1.000 megavatios cuando tenemos hidraulicidad, cuando llueve; cuando hay sequía tenemos dificultades.Por otra parte, la energía nuclear está resurgiendo en la región.
La energía nuclear en Brasil representa solo 4%, porque tiene Angra I, Angra II y van a llegar a nueve Angras en energía nuclear cuando 75% de su generación eléctrica es hidroeléctrica. No es lo mismo en Argentina, que tiene 56% petróleo, 34% hidroeléctrica y 9% nuclear y ahora retoman Atucha II, que estaba detenida desde hace 25 años. En Chile, la presidenta Bachelet, aun contra su propaganda política electoral, ha anunciado que está dispuesta a analizar la posibilidad de la energía nuclear antes de la finalización de su período de gobierno.¿Qué tenemos que hacer nosotros? No decir si estamos o no en contra de la energía nuclear, sino derogar algo que nos impide discutir el tema. Alguien podrá decir que el hecho de tener la ley no quiere decir que no podamos discutir...El gas, que fue ampliamente discutido y que era parte de una estrategia de incorporación a la matriz energética, también tenía personas y grupos en contra, sin embargo se dieron circunstancias (la dependencia de Argentina, la pesificación argentina y una serie de elementos más) que atentaron directamente contra la diversificación de la matriz. Pero la materia nuclear hoy es la tendencia universal, porque los fósiles están concentrándose, hay una dilapidación de los fósiles y por tanto aumenta el efecto invernadero, hay que ir buscando fuentes renovables. Tengo las palabras de Felipe González de hace pocos días, que dijo: "Yo fui el que impulsó la moratoria en España hace 20 años y hoy digo que es imparable el analizar la energía nuclear".Estamos convocando a otros actores en el ámbito de la Comisión de Energía de Industria para seguir recogiendo opiniones. Y tenemos todo lo que sea una mano tendida para trabajar sobre estos temas. Los problemas de los gobiernos se administran con el desencanto de la gente con los gobiernos, porque cuando Uruguay vota, vota qué tipo de desencanto ha llegado a tener respecto del gobierno y sus expectativas. Y acá lo que tenemos que trabajar no para la próxima elección sino para la próxima generación.

Admitamos lo que es cierto; la energía nuclear parece ser la solución a los problemas energéticos de nuestro país. Puede que se tomen las medidas necesarias y que todo salga bien. Pero . . .

El panorama


La energía nuclear procede de reacciones de fisión o fusión de átomos en las que se liberan gigantescas cantidades de energía que se usan para producir electricidad.
En 1956 se puso en marcha, en Inglaterra, la primera planta nuclear generadora de electricidad para uso comercial. En 1990 había 420 reactores nucleares comerciales en 25 países que producían el 17% de la electricidad del mundo.
En los años cincuenta y sesenta esta forma de generar energía fue acogida con entusiasmo, dado el poco combustible que consumía (con un solo kilo de uranio se podía producir tanta energía como con 1000 toneladas de carbón). Pero ya en la década de los 70 y especialmente en la de los 80 cada vez hubo más voces que alertaron sobre los peligros de la radiación, sobre todo en caso de accidentes. El riesgo de accidente grave en una central nuclear bien construida y manejada es muy bajo, pero algunos de estos accidentes, especialmente el de Chernobyl (1986) que sucedió en una central de la URSS construida con muy deficientes medidas de seguridad y sometida a unos riesgos de funcionamiento alocados, han hecho que en muchos países la opinión pública mayoritariamente se haya opuesto a la continuación o ampliación de los programas nucleares. Además ha surgido otro problema de difícil solución: el del almacenamiento de los residuos nucleares de alta actividad.
En este blog no se enfatizará en como se obtiene la energía sino en los beneficios, dificultades y necesidades del nuestro país. Por lo tanto se invita a reflexionar, teniendo en cuenta estas variables sobre la conveniencia y las decisiones prudentes que se puedan tomar.
Producción de electricidad en la central nuclear
Una central nuclear tiene cuatro partes:
El reactor en el que se produce la fisión
El generador de vapor en el que el calor producido por la fisión se usa para hacer hervir agua
La turbina que produce electricidad con la energía contenida en el vapor
El condensador en el cual se enfría el vapor, convirtiéndolo en agua líquida.
La reacción nuclear tiene lugar en el reactor, en el están las agrupaciones de varillas de combustible intercaladas con unas decenas de barras de control que están hechas de un material que absorbe los neutrones. Introduciendo estas barras de control más o menos se controla el ritmo de la fisión nuclear ajustándolo a las necesidades de generación de electricidad.
En las centrales nucleares habituales hay un circuito primario de agua en el que esta se calienta por la fisión del uranio. Este circuito forma un sistema cerrado en el que el agua circula bajo presión, para que permanezca líquida a pesar de que la temperatura que alcanza es de unos 293ºC.
Con el agua del circuito primario se calienta otro circuito de agua, llamado secundario. El agua de este circuito secundario se transforma en vapor a presión que es conducido a una turbina. El giro de la turbina mueve a un generador que es el que produce la corriente eléctrica.
Finalmente, el agua es enfriada en torres de enfriamiento, o por otros procedimientos.
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Figura 7-5 > Esquema del funcionamiento de una central nuclear
Medidas de seguridad
En las centrales nucleares habituales el núcleo del reactor está colocado dentro de una vasija gigantesca de acero diseñada para que si ocurre un accidente no salga radiación al ambiente. Esta vasija junto con el generador de vapor están colocados en un edificio construido con grandes medidas de seguridad con paredes de hormigón armado de uno a dos metros de espesor diseñadas para soportar terremotos, huracanes y hasta colisiones de aviones que chocaran contra él.
Repercusiones ambientales de la energía nuclear
Una de las ventajas que los defensores de la energía nuclear le encuentran es que es mucho menos contaminante que los combustibles fósiles. Comparativamente las centrales nucleares emiten muy pocos contaminantes a la atmósfera.
Los que se oponen a la energía nuclear argumentan que el hecho de que el carbón y, en menor medida el petróleo y el gas, sean sucios no es un dato a favor de las centrales nucleares. Que lo que hay que lograr es que se disminuyan las emisiones procedentes de las centrales que usan carbón y otros combustibles fósiles, lo que tecnológicamente es posible, aunque encarece la producción de electricidad.
Problemas de contaminación radiactiva
En una central nuclear que funciona correctamente la liberación de radiactividad es mínima y perfectamente tolerable ya que entra en los márgenes de radiación natural que habitualmente hay en la biosfera.
El problema ha surgido cuando han ocurrido accidentes en algunas de las más de 400 centrales nucleares que hay en funcionamiento. Una planta nuclear típica no puede explotar como si fuera una bomba atómica, pero cuando por un accidente se producen grandes temperaturas en el reactor, el metal que envuelve al uranio se funde y se escapan radiaciones. También puede escapar, por accidente, el agua del circuito primario, que está contenida en el reactor y es radiactiva, a la atmósfera.
La probabilidad de que ocurran estos accidentes es muy baja, pero cuando suceden sus consecuencias son muy graves, porque la radiactividad produce graves daños. Y, de hecho ha habido accidentes graves.
Almacenamiento de los residuos radiactivos
Con los adelantos tecnológicos y la experiencia en el uso de las centrales nucleares, la seguridad es cada vez mayor, pero un problema de muy difícil solución permanece: el almacenamiento a largo plazo de los residuos radiactivos que se generan en las centrales, bien sea en el funcionamiento habitual o en el desmantelamiento, cuando la central ya ha cumplido su ciclo de vida y debe ser cerrada.
Fusión nuclear
Cuando dos núcleos atómicos (por ejemplo de hidrógeno) se unen para formar uno mayor (por ejemplo helio) se produce una reacción nuclear de fusión. Este tipo de reacciones son las que se están produciendo en el sol y en el resto de las estrellas, emitiendo gigantescas cantidades de energía.
Muchas personas que apoyan la energía nuclear ven en este proceso la solución al problema de la energía, pues el combustible que requiere es el hidrógeno, que es muy abundante. Además es un proceso que, en principio, produce muy escasa contaminación radiactiva.
La principal dificultad es que estas reacciones son muy dificiles de controlar porque se necesitan temperaturas de decenas de millones de grados centígrados para inducir la fusión y todavía, a pesar de que se está investigando con mucho interés, no hay reactores de fusión trabajando en ningún sitio.
Fisión nuclear del plutonio.
El Uranio 238, que es el principal componente del mineral uranio y además es un subproducto de la fisión del U-235, puede ser convertido en Plutonio, Pu-239, un isótopo artificial que es fisionable y se puede usar como combustible. De esta forma se multiplica por mucho la capacidad de obtener energía del uranio. Por ejemplo, si el U-238 almacenado en los cementerios nucleares de los Estados Unidos se convirtiera en plutonio, podría suministrar toda la electricidad que ese país va a necesitar en los próximos 100 años.
Pero la tecnología necesaria para este proceso tiene muchos riesgos y problemas, lo que hace que en este momento esté muy poco extendido su uso. Además, el Plutonio no se usa solo para la obtención de energía por fisión nuclear, sino que también es el material con el que se fabrican las armas nucleares, y muchos países instalarían plantas de obtención de plutonio, no para usarlo como combustible, sino, sobre todo, para fabricar armas nucleares, con el riesgo que supone la multiplicación de este tipo de armas.